lunes, 29 de marzo de 2010

REINO MONERA

Reino Procariotas o reino Móneras (Monera), este grupo está compuesto por bacterias, micoplasmas y todos los organismos procariotas unicelulares, como las algas verdeazuladas

Mónera, cualquier miembro del reino Móneras (Monera), también denominado reino Procariotas (Prokaryotae), el cual está constituido por organismos procariotas unicelulares, principalmente las bacterias y las algas verdeazuladas. El término mónera lo introdujo el biólogo alemán Ernst Heinrich Haeckel, quien situó a estos seres como un subgrupo del reino Protistas. Sin embargo, casi todos los sistemas actuales de clasificación lo tratan como reino aparte.
Las bacterias y las algas verdeazuladas se distinguen de otros organismos por una serie de características. Una de las más importantes está relacionada con su material genético: los genes de los procariotas tienen una disposición de hebra circular, que no está encerrada dentro de una membrana. Además, las células de los procariotas carecen de muchas de las estructuras (cloroplastos, mitocondrias, flagelos complejos) que aparecen en las células cuyo material genético se encuentra rodeado por una membrana nuclear. Las células simples de estos organismos se denominan células procarióticas, y las que tienen un núcleo verdadero se denominan células eucarióticas. A pesar de que los miembros de este grupo no presentan reproducción sexual, existe la posibilidad de un intercambio limitado de material genético entre bacterias. El tamaño de las células procarióticas suele ser menor que el de las eucarióticas. Su diámetro varía desde los 0,3 a 0,5 micrómetros (de símbolo µm, 1 micrómetro = 1/1.000.000.000 metros) de las rickettsias, hasta los de 1 a 10 µm de otros grupos bacterianos (una célula eucariótica típica tiene entre 10 y 100 µm de diámetro).

Se piensa que los procariotas son más primitivos que las eucariotas. En efecto, los registros fósiles indican que hasta hace unos 1.000 millones de años, los únicos organismos que existían eran los procariotas. Una teoría que goza de gran aceptación es la que afirma que las células eucarióticas evolucionaron mediante un mecanismo de simbiosis, a partir de ciertas células procarióticas que comenzaron a vivir de forma permanente en el interior de otras células más grandes. Las evidencias en las que se apoya esta teoría se basan en que muchos procariotas tienen el mismo tamaño que algunas de las estructuras especializadas de las células eucarióticas, como, por ejemplo, los cloroplastos y las mitocondrias. Además, estas estructuras poseen sus propios genes. Por último, algunos procariotas actuales son simbiontes de células eucarióticas, y viven en su interior. Las evidencias indican, de este modo, que los organismos del reino Móneras aparecieron pronto en la historia de la Tierra, antes de que la atmósfera tuviera oxígeno disponible. Ciertas bacterias actuales, de hecho, son capaces de vivir sin oxígeno y, en determinados casos, no pueden sobrevivir en su presencia.

Dentro del reino Móneras podemos incluir, según las clasificaciones más aceptadas, los siguientes grupos: las verdaderas bacterias, espiroquetas, actinomicetos, mixobacterias y los procariotas fotosintetizadores, incluyendo a las algas verdeazuladas. Los micoplasmas y las rickettsias pertenecen también al reino Móneras. Las eubacterias, o verdaderas bacterias, comprenden un numeroso grupo de organismos con las características típicas de las bacterias: poseen pared celular, su forma es esférica, alargada o helicoidal y muchos tienen flagelos simples. Algunos viven como organismos libres y otros forman colonias poco complejas. Sus caracteres fisiológicos y bioquímicos son muy diversos. Las espiroquetas son células alargadas, filamentosas, circulares o con forma de hélice. Los actinomicetos son bacterias que viven en colonias y tienen un aspecto de filamentos largos y ramificados, que recuerdan a las hifas y al micelio de los hongos. Las mixobacterias, o bacterias deslizantes, pueden moverse y vivir como organismos aislados que se alimentan de otras bacterias, o pueden formar agregaciones que se convierten en cuerpos fructíferos, desde los cuales se liberan células de resistencia, o reposo, llamadas cistos. Las bacterias fotosintetizadoras usan pigmentos (bacterioclorofila y carotenoides) para captar energía solar y poder sintetizar sus componentes orgánicos. Sin embargo, éstas no liberan oxígeno, como lo hacen las algas verdeazuladas y las plantas eucariotas. Los micoplasmas, organismos causantes de la pleuroneumonía, carecen de pared celular y pueden llevar una vida libre o ser parásitos. Las rickettsias son diminutas y, al parecer, constituyen un grupo de bacterias muy primitivas que carecen de pared celular. Sólo pueden sobrevivir como parásitos de otras células.

REINO PROTISTA

Generalidades

Es el reino de los organismos más simples con células individuales y eucarióticas. El reino Protista fue propuesto por primera vez por el biólogo alemán Ernst Heinrich Haeckel, debido a la dificultad que entrañaba la separación de los organismos unicelulares animales de los vegetales.
Morfología

Las células eucarióticas tienen un núcleo formado por un número variable de cromosomas y separado del resto de la célula (el citoplasma) por una membrana nuclear. También se caracterizan por la presencia de orgánulos específicos (subestructuras celulares especializadas), tales como las mitocondrias, cloroplastos y corpúsculos basales (inicio del flagelo). Este tipo de células representa un paso adelante en la evolución, por encima de las células procarióticas, más primitivas y que engloban a las bacterias y las algas verdeazuladas, que forman el reino Monera. Este tipo de células carece de membrana nuclear y de algunos orgánulos. Hay teorías que sostienen que las células eucarióticas pueden haberse originado por asociación simbiótica de células procarióticas. La mitocondria, por ejemplo, podría derivarse de alguna forma bacteriana introducida en otra célula. Algo similar puede haber ocurrido con los cloroplastos a partir de procariotas como las algas verdeazules. Es probable que las células eucarióticas hayan evolucionado pasando por distintas asociaciones simbióticas, hasta alcanzar la gran diversidad de organismos que constituyen en la actualidad el reino Protista.
Evolución

Los protistas están representados por muchas líneas evolutivas cuyos límites son difíciles de definir. La mayoría de estos organismos son unicelulares y microscópicos, aunque también los hay que forman colonias, como los foraminíferos. Esta organización, ya más compleja, está más cerca de los organismos pluricelulares superiores e indica que éstos evolucionaron a partir de ancestros protistas (véase Clasificación).

Los protistas pueden considerarse un reino intermedio, y agrupan desde los organismos unicelulares eucariotas y las colonias simples, hasta algunas algas superiores y grupos de transición (de clasificación dudosa). Estos últimos son pluricelulares, pero carecen de la organización compleja en tejidos, típica de las plantas, animales y hongos superiores. Aún así, dentro de los grupos de transición hay formas que comparten las mismas características que las plantas, como las algas pardas, verdes y rojas; otras que están más cerca de los animales, como los mesozoos, placozoos y esponjas, y las que son semejantes a los hongos, como los mohos plasmodiales del fango y los quitridiales.

Los límites del reino Protista no están establecidos de forma definitiva. Los grupos de protistas se diferencian entre sí en la forma de alimentarse. Algunos se parecen a las plantas porque son capaces de realizar la fotosíntesis; otros ingieren el alimento como los animales y otros absorben nutrientes, como los hongos. Esta diversidad tan amplia hace difícil la descripción de un protista típico. Quizá, el miembro más representativo del reino sea un flagelado, organismo unicelular con uno o más flagelos complejos (para distinguirlos de los flagelos simples de las bacterias) y en algunas ocasiones con uno o más cloroplastos.
Clasificación

Podemos considerar tres grupos principales de protistas:

ü Los protistas semejantes a planta o algas.

ü Los protistas semejantes a animales o protozoarios.

ü Los mohos mucilaginosos.

Los protistas semejantes a plantas incluyen a: las diatomeas (división Chrysophyta); los dinoflagelados (división Pyrrophyta); y los euglenofitos (división Euglenophyta). Los semejantes a animales, llamados protozoos, que abarcan a flagelados (filo Zoomastigina); ameboides (filo Sarcodina); ciliados y suctorios (filo Ciliophora), y los parásitos productores de esporas (filo Esporozoa). Por último, los que son parecidos a los hongos, como hifoquitridios (filo o división Hyphochytridiomycota) y plasmodióforos (filo o división Plasmodiophoromycota). Los mohos plasmodiales del fango son un filo discutido y aquí se les considerará pertenecientes al reino Protista, dado que tienen características comunes con hongos y protozoos.

Las euglenófitas representan un pequeño grupo de algas unicelulares que habitan en su mayoría en agua dulce. Contienen clorofila a y b y almacenan carbohidratos en una sustancia amilácea inusual, el paramilo. Las células carecen de pared, pero tienen una serie de franjas proteicas flexibles. No se les conoce ciclo sexual.

Las pirrófitas son unos biflagelados unicelulares, muchos de ellos marinos. Esta división comprende los dinoflagelados.

Las crisófitas, diatomeas y algas pardas doradas, son componentes importantes del fitoplancton dulciacuícola y marino. Son unicelulares. Las diatomeas se caracterizan por tener unas finas valvas dobles de sílice. Suelen reproducirse asexualmente.

Los mohos mucilaginosos son unos organismos ameboides heterotróficos que se reproducen mediante la formación de esporas.

Los protozoarios habrían evolucionado a partir de antepasados fotosintéticos flagelados. Entre los protozoarios figuran algunas de las células más complejas y más grandes que se conocen. Los protozoos no tienen estructuras internas especializadas a modo de órganos, o están muy poco diferenciadas. Dentro de los protozoos se suelen admitir varios grupos, los más importantes son los flagelados del grupo de los Zoomastiginos, con muchas especies que viven como parásitos de plantas y de animales; y los ameboides denominados Sarcodinos que son componentes importantes del plancton.